miércoles, 26 de mayo de 2021

¿CÓMO PODREMOS SALIR DEL TÚNEL?

 

Aun en el infortunio, demos a nuestras almas el impulso necesario para pensar un futuro fraternal. Que esa luz nos guíe a través de las sombras del presente. Todas la vidas, todas las muertes son nuestras. Somos una familia que busca desesperadamente el hilo salvador que muestre la salida del túnel. Un túnel que está lleno con la suma de todas las oscuridades que proceden de unos o de otros: la ignorancia, la tontería intelectual, la costumbre de aguantar, la apatía, la costumbre de humillar, el odio, el rencor, la terrible ambición de riqueza, el abuso del poder, la ira contenida por siglos, la ira no contenida y expresada cínicamente con gestos de soberbia... En ese túnel tan negro atrevámonos a creer en un mañana posible, en un despertar fraternal, en un esfuerzo por sostener la fe de quien aferrado a una roca siente que la furia del mar embravecido grita: "¡No hay roca, no hay roca, es un engaño!",...pero repitamos: "¡Sí que la hay y es firme y nos puede salvar a todos. Se llama Voluntad de amarnos fraternalmente!". No abandonemos esa fe. En cuanto esté a nuestro alcance, llevémosla a la práctica así sea en un entorno pequeñísimo.

viernes, 30 de abril de 2021

SER SINCEROS, SER HONESTOS

 


Ser sinceros, ser honestos,... recomendaciones difíciles de entender, difíciles de cumplir... Siempre es fácil inventar lo que nos hace parecer mejores sea en nuestros actos, en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos profundos... llamamos lucha por la justicia lo que solo es un deseo de revancha y llegamos a la agresividad por esa causa justa, que realmente no es tan justa ni tan verdadera, nos presentamos ante nosotros mismos y ante los demás como más pobres, más necesitados de lo que somos, o como más comprensivos... qué difícil... pero ¡tenemos que intentarlo!

sábado, 24 de abril de 2021

LOS JUSTOS

 


... después de un largo forcejeo, Dios redujo a cinco el número de justos que Abrahám debía encontrar en Sodoma para perdonar la ciudad, según el relato bíblico del Génesis, y no los hubo...

Cuáles son los justos que pueden salvar al mundo hoy?... tomemos el pensamiento de Borges al respecto, no se ve difícil ser un justo, de esos que pueden salvar al mundo: Aquí va el poema completo:

LOS JUSTOS:

Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.

El que agradece que en el mundo haya música.

El que descubre con placer una etimología.

Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.

El ceramista que premedita un color y una forma.

El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.

Un hombre y una mujer que leen los tercetos finales de un cierto canto.

El que acaricia a un animal dormido.

El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.

El que agradece que en la tierra haya Stevenson.

El que prefiere que otros tengan razón.

Esas personas que se ignoran, están salvando el mundo.



jueves, 22 de abril de 2021

CONSERVAR EL PLANETA

 Cuando la primera o primeras parejas humanas, si fueron varias de una vez, miraron con ojos humanos la tierra que los rodeaba, sin duda vieron que era bella, que ofrecía sus frutos para que ellos comieran, sus aguas limpias para que aplacaran su sed, sus bosques para protegerse del sol, ... todo parecía inagotable...

¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? No mucho, comparado con la edad de la tierra misma. Pero hoy, infortunadamente, gran parte de los descendientes de esos primeros y felices humanos, tienen desde niños una visión muy diferente, una visión de sequía, de aridez, de crueldad, de la misma tierra. Sus frutos no llegan a la mayor parte de los niños, sus aguas están contaminadas e incluso envenenadas, sus bosques raleados al extremo, lo suelos resecos y sin piedad perforados. La madre tierra está llegando al punto de ser incapaz de sostener a la familia que la habita.

¿Qué podemos hacer? El individuo común, sin poder ni voz ni recursos, solamente puede realizar obras individuales de ayuda para la conservación del planeta. Debe hacerlas, aunque sean pequeñas, aunque solo ayuden a mantener su pequeño entorno vivo. Debe hablar de métodos caseros para disminuir la contaminación, para mejorar el suelo, para evitar que las aguas arrastren desechos tóxicos. 

Debemos apoyar todos los esfuerzos y los descubrimientos de personas que se dedican a reciclar de modos diferentes, no contaminantes, los residuos que necesariamente quedan de nuestro diario vivir. Debemos añadirnos individualmente a la colectividad que participa de este impulso y va creciendo poco a poco. Así, como todo lo que tiene éxito, expandiremos no en un día ni en un año, pero con paso firme y constante, el cuidado del planeta y el amor por los pobladores del futuro que podrán vivir en él gracias a nuestros esfuerzos pequeños e individuales, pero unidos. 

martes, 20 de abril de 2021

EL LEGADO DE UN CIENTÍFICO DE NUESTRA EDAD

 Stephen Hawking murió hace dos años y nos dejó, además del ejemplo de una lucha larga y valiente,

grandes incógnitas científicas y humanas acerca del universo y de nosotros mismos:

¿Cuál es el objeto del universo?

¿Cuál es el objeto de nuestras cortas vidas de seres inteligentes?

Respecto del universo, prefiero remitir al lector a los escritos de Hawking mismo y a las explicaciones de sus estudiosos alumnos. Si el lector sigue interesado en obtener algunas respuestas y no está en condiciones de comprender tales textos, podría estudiar un poco de la historia científica reciente a través de artículos de divulgación que encontrará, en gran cantidad y variedad de temas y niveles, en las redes y grupos de estudio.

Algo diferente y más inmediato es preguntarnos por el sentido y objeto de nuestra vida individual, personal, corta o larga, que siempre será corta en comparación con la del universo. ¿Por qué y para qué vivimos?

Aquí toma todo su sentido la respuesta sincera que cada uno dé en su mundo interior a la pregunta: 

¿En qué creo yo?

 Porque sin duda es la fe que tenemos la que da y sostiene el valor y el objetivo de nuestra propia vida personal.

Hoy tratemos de encontrar nuestra verdadera fe, esa que nos sostiene cada día, sobre todo cuando las cosas no resultan como deseamos. Miremos de frente las razones por las cuales actuamos, luchamos y nos esforzamos y una vez que tengamos nuestra respuesta clara, califiquemos el credo que hemos venido aplicando en el diario vivir y procedamos a reforzarlo o modificarlo para entrar en una nueva y mejor etapa de existencia sobre la tierra.

Nuestra fe tiene siempre una componente natural y otra espiritual. Alguna de ellas puede ser nula, pero en una vida equilibrada y realmente feliz las dos componentes tienen que estar en equilibrio. Nuestra vida física no debe anular nunca nuestra vida espiritual, como tampoco la vida espiritual ha de menospreciar la vida del cuerpo.

Elijamos el objeto de nuestra fe humana natural y espiritual. Si elegimos creer en Dios, hagamos que sea una fe viva, que produzca resultados de ascenso espiritual, de servicio a los demás, de honestidad profunda. Si elegimos NO creer en Dios, impulsemos nuestra fe humana hacia el mejoramiento de la humanidad y actuemos para dejar un mundo mejor a los que vienen detrás de nosotros. De cualquier forma necesitamos, para darle valor al tiempo de vivir esta existencia, que la honestidad de nuestra vida esté en consonancia con nuestra elección de fe.








lunes, 19 de abril de 2021

NACIMIENTO DE LA VIDA INTERIOR

Podemos tener una vida interior si deseamos. Esta vida se promueve desde nuestra mente, tratando de abrirla hacia pensamientos de interés más allá de lo puramente corporal y material. El primer paso puede ser tratando de entender algún escrito filosófico que nos hable de qué somos en el universo y cuáles pueden ser los orígenes de todos los seres humanos que conformamos la población inteligente de nuestro planeta. 

Nuestra vida interior nace cuando comenzamos a pensar seriamente sobre lo que no vemos directamente, sobre el porqué de la vida que tenemos y de los deseos que nos empujan de un lado para otro. Además cuando buscamos respuestas a las preguntas sobre el origen del mundo y de todo lo que hay en él... en fin, el ejercicio de la inteligencia es la base para hacer realidad una vida interior en nosotros.

Nuestra vida interior puede ser simplemente intelectual y humana, pero también puede convertirse en una vida espiritual. Significa vivir conscientes de que el Espíritu de Dios habita en nuestra mente. Este paso es el paso de la fe. A Dios no lo vemos, pero podemos creer en Él como una elección de nuestra voluntad y, a partir de ahí, tendremos la fe en Dios actuando sobre nuestra mente para construir con ella un 'alma espirtual'. Podemos tener vida interior sin creer en Dios. Esa vida nace en nuestra inteligencia, nos guía a través de la vida para buscar lo que es verdadero y ayudar a mejorar la vida de la humanidad. Cuando nuestro cuerpo muere, nuestra vida interior puramente humana también muere. El bien que hayamos hecho nos sobrevivirá en las generaciones posteriores, pero nosotros, como personas individuales y únicas que hoy somos, dejaremos de existir. 

Crear una Vida Interior es nuestra elección. Se funda en el ejercicio de la fe que hemos decidido aceptar. Es una vida temporal si esa fe es solamente humana. Es una vida que puede ser eterna si esa fe incluye la seguridad de que somos hijos de Dios y la práctica de vivir como tales, esforzándonos por conocer y cumplir su Voluntad y viviendo una vida de servicio fraternal hacia todos los seres humanos que nos rodean.

BUSCAR LA VERDAD


Qué buscamos cada día? ...buscamos cosas perdidas o refundidas, buscamos un trabajo, o la realización de un buen negocio, buscamos un recuerdo en nuestra memoria o en nuestros álbumes de fotos, buscamos personas que conocemos y otras que no conocemos... buscamos y buscamos... y la vida se nos va pasando y de todo lo que hemos buscado qué nos acompaña hoy?
Si nos acompaña la alegría de vivir, la tenacidad para continuar aunque tropecemos muchas veces, es que el objetivo de nuestras búsquedas más constantes tiene verdadero valor. Es que buscamos la Verdad bajo alguna de sus muchas formas y matices, es que mantenemos siempre la certeza de que vale la pena luchar por las metas que nos hemos propuesto, aunque todavía las veamos lejos...
Buscar la Verdad es buscar el sentido de la Vida, es buscar lo que permanece aunque todo parezca cambiar, es tener un ideal que supere lo que el dinero o el poder pueden obtener. Es buscar lo que contribuye a hacer mejor para todos el mundo que compartimos.
Para buscar la Verdad solamente necesitamos poner nuestra voluntad en hacer verdadero el deseo de encontrarla, sin mentirnos a nosotros mismos, ni mentir a quienes nos acompañan. La búsqueda de la Verdad va de la mano con la rectitud interior y con el deseo de encontrar y realizar nuestra propia misión dentro del supremo proyecto de construir la verdadera fraternidad humana.
Todos podemos buscar la Verdad. ¡Hagámoslo y vivamos más, mucho más felices!

LA IRA, NUESTRO ENEMIGO INTERIOR



Podemos tener motivos para estar descontentos, podemos sentirnos tratados injustamente, podemos sentir deseos de rebelarnos y responder con agresiones de algún género, todo esto es natural a nuestra naturaleza, pero darle curso y bienvenida y llevar a la práctica ciegamente esos impulsos, sin ninguna duda nos traerá mayor desdicha. Aunque nuestro orgullo nos diga que hicimos algo de valor, eso no es verdad. Aunque nuestro enemigo muera o caiga en desgracia o pierda todo lo que tiene, eso solo aumenta en nuestro interior el sentido de mayor miseria, de que con la salida de nuestra ira no nos quedamos en paz, sacamos la ira, pero ella aumentó su poder sobre nosotros. Después de cumplida nuestra venganza, nos encontramos por debajo del nivel que teníamos antes de ella. Hicimos lo fácil que es seguir impulsos ciegos y somos más débiles para hacer lo difícil que es superar esos impulsos.
Busquemos en nuestro interior la verdadera fuerza y superemos los deseos de devolver algún mal con otro mal. Identifiquemos la ira y el deseo de venganza como nuestros enemigos. Tenemos a nuestro favor que esos enemigos no soportan ser dejados de lado. Cuando lo hacemos, ellos van desapareciendo y nuestra mente va viendo con mayor claridad lo que realmente nos conviene y nuestra voluntad se adhiere a ello y nuestra vida entra en un camino de verdadera libertad.
Dicen las tradiciones que Alejandro Magno, en todo su poder se acercó a Diógenes el más famoso de los filósofos cínicos quien vivía como un mendigo, para ofrecerle lo que él deseara. Diógenes solamente le pidió que le dejara pasar el sol. Los amigos que acompañaban a Alejandro comenzaron a burlarse del filósofo y Alejandro les contestó: “si yo no fuera Alejandro, querría ser Diógenes...”

jueves, 6 de agosto de 2020

LA FAMILIA HUMANA

Cuando tenemos situaciones difíciles como familia, olvidamos nuestras diferencias y pequeñas o grandes rencillas y hacemos frente entre todos para sacar adelante la familia que es nuestro refugio y nuestra fortaleza.

Como miembros de la familia humana estamos atravesando una época de crisis y dificultades y solamente entre todos podremos salvar lo más valioso que como familia poseemos: nuestro planeta que es el hogar que compartimos, nuestro amor a los que nos rodean que son los hermanos que tenemos más cerca, nuestro interés y ayuda posible por los que están alejados y sufren tal vez solitarios, tal vez oprimidos, tal vez metidos en mares de tristeza o de angustia o de hambre.
Pensemos en todos y vivamos lo más fraternalmente que podamos con los que están cerca. Compartamos lo que esté en nuestras posibilidades. Tratemos de levantar el ánimo, de renovar la esperanza, de conservar la fe en que es posible rescatar a todos los hermanos de nuestra gran familia humana, si cada uno de nosotros pone lo que pueda para ayudar a quienes están cerca. 
Vemos en la televisión figuras importantes del mundo del arte, de la ciencia e incluso de la industria que comparten de sus habilidades y saberes y riquezas y nos proporcionan bellos conciertos, acertados consejos, buenas recetas y prácticas domésticas para mejorar nuestros ambientes... ellos son una prueba de que realmente existe la familia humana y de que como familia, y únicamente como familia, podremos triunfar, no solo del problema actual sino de los que sin duda aparecerán en futuros no muy lejanos.
Seamos felices siendo miembros vivos y activos de nuestra gran familia humana, practicando la fraternidad con quienes tenemos en nuestro entorno.
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De mi parte quiero compartir mi propia historia. No es mucho, pero mi deseo es realmente fraternizar, compartir los hechos y pensamientos y errores y alegrías que he vivido en casi ochenta años sobre este planeta. Espero que les sea posible a quienes interese acceder al librito y bajarlo con total libertad. Lo he declarado como 'de dominio público'. 

EL AMOR QUE CURA DESDE ADENTRO

No necesitamos saber mucho de política ni de relaciones internacionales  o intranacionales para darnos cuenta de que la vida se va volviendo muy difícil y agresiva en grandes sectores de la humanidad y que esta agresividad se transmite con tal fuerza y rapidez que la gente, aún a gran distancia física del conflicto, se contagia e inflama del mismo mal o se deprime y se llena de terror. En nuestro entorno las diferencias de pensamiento se convierten fácilmente en rotundas separaciones y peleas. El amor va muriendo en los corazones ante la intransigencia, la avidez, la incapacidad de perdonar y de reconocer los propios errores, la destructora ira, el deseo de venganza. Estas enfermedades pueden llegarnos de fuera, o pueden salir de nuestro interior contaminado con falsas enseñanzas que distorsionan el pensamiento honesto y van cambiano las verdades que nos sostenían como cumplidores de nuestros deberes y responsabilidades por las consignas repetidas en contra. No es una pelea entre ricos y pobres ni entre ilustrados e ignorantes, ni entre superiores y súbditos, No. Nuestro mal es la aridez que nos va dejando la muerte del amor verdadero y fraternal, el abandono del sincero deseo del bien para todos, el desprecio de la honestidad en la intención cuando hablamos, cuando hacemos un negocio, cuando cumplimos un compromiso... 

En este desierto sin amor, mueren los ideales, se deshacen las grandes metas del ser humano, desaparecen los líderes que transmiten la voluntad de salvarnos todos, entre todos, con la fuerza de todos. Muerto el amor, muere la única fuerza de todos que es capaz de vencer todos los males, de curar interiormente a todos y a cada uno de los miembros de esta gran familia que se va deshaciendo mientras corre desaforadamente en pos de las falsas esperanzas.

Cada hombre o mujer que decida resucitar el amor a sus hermanos y hermanas de este planeta y comience la práctica de una fraternidad sincera con quien tiene cerca, con quien hace un trabajo conjunto, con quien viaja accidentalmente en compañía, cada uno de estos seres enciende una luz que atraerá otras y otras, y la esperanza crecerá nuevamente y el amor curará nuestros males desde adentro y llenará de sonrisas a todos los niños del futuro. Hagámoslo real!!